Fuente:
Dpto. Técnico igK
18 Octubre 2013
La curva de la planificación.
Los modelos agronómicos predictivos son la clave para la calidad y sostenibilidad del césped
Las curvas de crecimiento potencial tienen su similitud en las curvas de seguimiento fenológico asociadas comúnmente a los cultivos agrícolas. La fenología vegetal estudia la interrelación entre los factores climáticos y el desarrollo de las plantas (la germinación, ahijado, floración, cuajado, etc.) ya sean cultivos herbáceos o leñosos.
La mayoría de los procesos que dan lugar a los diferentes estados vegetativos vienen determinados por parámetros climáticos, entre los cuales uno de los más influyentes es la temperatura, aunque no el único. Obtenemos de esta manera un estudio agroclimático asociado a un determinado cultivo.
En este caso se consiguen adaptar al cultivo de los céspedes gracias al desarrollo de la ecuación GP= e -0,5 (t-to/var)2 , por parte de los Doctores Stowell y Gelernter (PaceTurf,2005). Lo que obtenemos con la Curva de Crecimiento Potencial, es una estimación del comportamiento y desarrollo más probable de una superficie cespitosa en una zona determinada, teniendo en cuenta las temperaturas medias mensuales del lugar en cuestión, y la temperatura óptima de crecimiento para cada uno de los tipos y especies de céspedes. A medida que la temperatura media mensual se acerca al óptimo de los respectivos crecimientos para especies de estación fría o cálida, la tasa de crecimiento potencial se irá acercando al 100%.
Permiten establecer modelos predictivos y seleccionar las especies más adecuadas en la implantación de proyectos de superficies deportivas, jardines y praderas ornamentales. Igualmente, permiten planificar labores de mantenimiento de un césped ya implantado.
El objetivo del Greenkeeper, es mantener una superficie de césped como una cubierta vegetal viva y perenne, en las mejores condiciones en cada época del año, de forma adecuada a su nivel e intensidad de uso, y con los menores recursos.
Además de las especies más adaptadas al proyecto, existen otras cuestiones que podemos resolver con este tipo de modelo agronómico predictivo. Entre sus utilidades se encuentra la estimación de las necesidades de nitrógeno; pero también obtenemos cuál o cuáles son las ventanas de siembra óptimas, épocas de resiembra, predicción de plagas y enfermedades, fechas de pinchado y planificación de las labores de mantenimiento, determinación del Winterkill, y períodos de latencia o época de Green-up en las especies de estación cálida.
En definitiva la predicción, nos permite aplicar de manera más sensata la agronomía, lo que siempre conlleva una optimización de los costes, mejorar la calidad de nuestro césped y una mayor sostenibilidad medioambiental.